¡Ay!, y me duele,
¡Ay!, y tengo miedo,
¡Ay!, y tenemos un cuarto que es de un pata,
¡Ay!, y pronto llegarán tus padres,
que nos hizo ojitos cuando entramos
y nos dejó algunos condones,
pero tenemos el cuerpo y la piel,
que nada tiene ni recibe, ni es necesario decirlo
porque tenemos esto que es el amor
porque tenemos esto que es el amor
porque tenemos esto que es el amor
hoja
tras
hoja
y nos cubrimos
el cuerpo de tiempo
y frecuentábamos otra vez la soledad de un cuarto.
De modo que estamos solos
y deprisa abrimos las hojas de los diarios,
y sentimos la lluvia entre las manos
con un rapto de luz en la oreja, y estamos caminando por Puente Trujillo
y los titulares exigen venganza, contratos, descubrimiento de cadáveres.
Julio Barco Ávalos
"De modo que resultó esto tan fácil." Ay, sí.
ResponderEliminar