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30 dic 2012

Por mi raza - Patricio Fuentes (México, 1992)

¿Por qué se ríe?, ¿por qué no pone atención?, ¿por qué no responde?, ¿por qué pregunta?, ¿por qué está borracho?, ¿por qué lo hizo?, ¿por qué no lo hizo?, ¿por qué no baila?, ¿por qué fuma?, ¿por qué el pelo largo?, ¿por qué se perfora?, ¿por qué no busca un buen trabajo?, ¿por qué no se rasura?, ¿por qué no se inscribe?, ¿por qué se tatúa?, ¿por qué chingados no se calla?

Pus no'más.

Porque llevo años amaneciendo con el escroto inflamado
y una insoportable comezón inguinal
que me generan las instituciones.
Porque soy tan pelotudo
que busco legitimarme como persona
a partir del conocimiento
que succiono
del lugar
en donde escupo
y que cada vez
me absorbe más.
Me aprehenden sus prisiones de cristal
y yo aprendo de sus cabezas de ganado
(sagradas o profanas)
sin cuestionarme nunca nada
como dando todo por sentado,
quizá sea que ya estoy harto
de que sus preguntas no busquen respuestas,
sino datos.
Que sigan buscando verdades absolutas
en realidades fragmentadas
en carpetas burocráticas
que nos cambian el nombre
por una matrícula
que cambian nuestro marxismo de juguete adolescente
por ganas de ser explotados más tarde.
-Discúlpenme cominteristas-
Me gusta usar buenos sombreros,
me gusta el buen tabaco,
el buen lícor,
los buenos libros,
la buena televisión,
los buenos juegos de Súper Nintendo
y los buenos blogs con memes.
Si esto fuera un buen poema, estaría lleno de buenos ripios y yo diría bueno,
y bueno, y bueno, y bueno, y bueno, y bueno, y bueno, y bueno, y bueno,
y bueno, y bueno, y bueno, y bueno no diría mucho más.
Diría bueno para contestar el teléfono
Igual que para darle gusto a cualquier idiota
-como yo-
Estaría bien
estaría bueno
estaría bien bueno.
Al fin,
yo soy de los buenos;
soy de los que no come carne
porque pobrecitos animalitos,
de los que aprenden ruso
porque pobrecitos sovietiquitos,
de los que marchan cada dos de octubre
porque pobrecitos compañeritos,
de los que no tramitan sus papeles
porque pobrecitos de los inscritos.
Pobres de aquellos cuyo nombre vuelto cifra,
cuya imagen vuelta espectro de pelo corto
ve rasuradas sus ideas,
porque me resisto
 a entrar en sus delirios
paranoicos y maniqueos
donde el bueno es bueno
y el malo es talibán
o es vietnamita,
o es el zar,
o es alemán,
o es perpetuamente mexicano
o de plano no sabe leer ni escribir
porque vean:
LAS PUERTAS NO ESTÁN CERRADAS
Los barrotes los cierran los billetes de $500, los paradigmas de belleza, las malas telenovelas, los grupos de AA, los imaginarios de blancura, la música del canal de la eme, la poesía de CONACULTA, los alumnos de la SOGEM,  de la IBERO, del COLMEX, de Lasalle, de la UNAM, de la UDG, del Politécnico, del INBA, de la UAM, de la ENAH, los sirvientes de todas las instituciones que a alguien le han cerrado las puertas.
Los barrotes los hacemos nosotros cuando somos quienes decimos:
-Compra café nacional
porque pobrecitos zapatistitas,
no digas negro
porque pobrecitos afrodescendientitos
no dejes de luchar porque
NO HAS MUERTO
NO HAS MUERTO
NO HAS MUERTO CAMARADA
TU MUERTE
TU MUERTE
TU MUERTE SERÁ VENGADA
¿Y QUIÉN LA VENGARÁ?
EL PUEBLO ORGANIZADO
¿Y CÓMO?
-¿y cómo?-
Luchando
hombro a hombro
codo a codo
muerte a muerte
pedazo a pedazo
NO DEJES DE LUCHAR
NO DEJES DE LUCHAR
ni aunque te dirijas al cadalso
ni aunque llores en mi funeral
NO DEJES DE LUCHAR
Lucha con los sudacas que están en la casa
con los europeos que están en la casa
con los africanos que están en la casa
con los asiáticos que están en la casa
con los latinos que están en la casa
con los caucásicos que están en la casa
con los polinesios que están en la casa
lucha junto a todos porque todos son tu raza
                                                        y mi raza
                                                       y por mi raza combatiente
                                                                     hablará el espíritu pensante.

Patricio Fuentes